Dave and Buster’s, una cadena estadounidense de bares con juegos arcade, ha decidido permitir que sus clientes apuesten entre ellos mismos.
Dave and Buster’s: el paraíso de los juegos
Dave and Buster’s es un gigante de los salones recreativos. Un lugar muy ruidoso con una amplia variedad de juegos, como motos, coches de carreras, pesca virtual, canastas de baloncesto, versiones modernas del juego de derribar latas, una noria como en el programa «El Precio Justo», etc. Los niños adoran este lugar porque cada juego les otorga puntos que luego pueden canjear por premios, como globos, figuras, dulces, en la tienda del establecimiento. Algunos padres también disfrutan mucho de este lugar. Por lo general, hay un bar deportivo con decenas de pantallas, junto a los juegos.
Sin porcentaje, pero fidelizando a la clientela
Por ejemplo, en Dave and Buster’s, hay canastas de baloncesto. Tienes 60 segundos para encestar tantas canastas como sea posible. En la plataforma, podrás apostar 5 dólares a que tu amigo encestará menos de 10 balones en la canasta. Claro que no necesitas una aplicación para hacer esto, las apuestas entre amigos existen desde hace mucho tiempo. Pero a través de la plataforma, ganas puntos y recompensas. Además, una plataforma digital, con la presentación que la acompaña, «profesionaliza» un poco la experiencia. Normalmente, Dave and Buster’s no cobra ningún porcentaje por estas apuestas, pero es una oportunidad para fidelizar aún más a los 5 millones de usuarios de su aplicación e incluso sumar más. Los clientes pasarán más tiempo en el lugar y seguramente gastarán más.
De hecho, se ha planteado la cuestión de si, con este tipo de apuestas, los jugadores no corren el riesgo de desarrollar una forma de adicción. Técnicamente, no se trata de apuestas deportivas en línea, por lo que la legislación es menos estricta. Además, se trata principalmente de juegos de habilidad, por lo que no es como la ruleta en el casino. Habrá un límite en las cantidades apostadas, aunque por el momento no se sabe cuál es ese límite. Este tipo de apuestas sociales, como los llaman los estadounidenses, ya representa una industria de 6 mil millones de dólares. Según CNBC, es una oportunidad para llegar a un público más joven en promedio que las apuestas deportivas en línea.
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